La Cisterna Basílica es la de mayor tamaño de todas las construidas en Estambul durante la época bizantina.
Se hizo construir para evitar la dependencia que la ciudad tenía del acueducto de Valente que suministraba el agua de la ciudad.
Se construyó en el siglo XVI y tardó en levantarse unos pocos meses.
La Cisterna de Yerebatan es un oasis de tranquilidad en medio de la bulliciosa e imparable Estambul, ambientada con una hermosa luz tenue, la música de fondo y el frescor del agua la convierten en una visita imprescindible para los miles de turistas que la van diariamente.
La Cisterna Basílica o Palacio Sumergido es un gran aljibe subterráneo donde se hallan las llamativas cabezas gigantes de varias Medusas, el mítico ser que es capaz de convertir a los hombres en piedra con tan solo mirarla y a la que Perseo mató cortándole la cabeza.
Las cabezas de Medusa están dispuestas al revés en las bases de las columnas, y no se sabe si a modo de desprecio o para causar mayor impacto en los visitantes. No obstante, son el principal reclamo para las decenas de turistas que, diariamente, acuden a esta cisterna del Palacio Sumergido de Estambul.
Historia de la Cisterna Basílica
Conozcamos un poco de la historia de la Cisterna Basílica, como por ejemplo que proviene del nombre de la Stoa Basílica.
El objetivo principal de la Cisterna de Yerebatan fue proveer de agua a los edificios más importantes de la ciudad además de jardines del palacio.
Pero en esa época los turcos preferían el agua corriente al agua estancada, por ese motivo se dejó de utilizar unas décadas después de su construcción.
El investigador holandés P. Gyllus que estuvo en la ciudad a finales del siglo XX, descubrió la cisterna tras hablar con varios ciudadanos que le dijeron de dónde se extraía parte del agua que utilizaban.
A consecuencia de sus investigaciones, el holandés redescubrió la basílica y publicó sus impresiones en su libro de viajes, y es así como el mundo occidental conoció la Cisterna Basílica.
Una vez descubierta la Cisterna Basílica, se procedió a hacer una limpieza exhaustiva de la misma. Después de esto se procedió a restaurar la construcción, con el fin de prepararla para las visitas turísticas.
Con la restauración se construyeron varias pasarelas para que los turistas puedan recorrer la cisterna y ver bien de cerca las columnas con las medusas.
Cisterna de Yerebatan desde el exterior
La Cisterna de Yerebatan, es una prueba de que también bajo los cimientos de Estambul se encuentran maravillosos e invaluables tesoros. Aunque el diseño y la función original de la cisterna se fueron perdiendo con el tiempo, sigue siendo una espléndida obra de ingeniería.
El exterior de la cisterna es una experiencia aparte, ya que está ubicada en una de las calles más transitadas de la ciudad, y disfrutar del ambiente lleno turistas da un toque extra a la visita. La construcción externa de la cisterna da un aspecto rústico y nos prepara para lo impresionante de su interior.
Podrás mirar que las filas para entrar a la cisterna son bastante largas, por lo que es importante prepararse y llegar con tiempo suficiente. Aunque la zona es muy linda para esperar mientras llega el momento de entrar, la espera es tediosa ya que no hay otros atractivos alrededor.
Interior de la cisterna de Estambul
La cisterna de Estambul es una enorme estructura construida para albergar gran cantidad de agua que pudiera ser extraída por los habitantes de la ciudad cuando fuera necesario.
Su interior es impresionante, su tamaño es tan grande que podría caber un estadio de fútbol en ella.
Al entrar en ella podrás ver la gran cantidad de columnas que hay, en concreto son 12 filas de 28 columnas.
Su suelo es impermeable y puede llegar a contener hasta 100.000 toneladas de agua en ella.
Lo más llamativo de la cisterna son las dos columnas con la cabeza de medusa. Dicha diosa de la mitología es famosa por la protección que brinda, por lo que no es de extrañar que se pusiera su cabeza para defender el lugar.
Las columnas con la base con la cabeza de medusa
De entre las columnas que tiene la cisterna de Estambul hay dos que distinguen de entre todas:
En la zona noroeste de la cisterna, podemos encontrar dos bloques con la cara de medusa esculpida.
No se conoce su procedencia, pero lo más aceptado es que pertenecieron a algún edificio cercano.
Se dice que las esculturas tienen que estar hacia abajo para que medusa no pueda ejercer todos sus poderes.
Existen varias teorías sobre la existencia de estas cabezas en la Cisterna Basílica, pero la más aceptada es que las colocaron ahí con fines prácticos, es decir, simplemente las colocaron para ser usadas como base de las columnas y no con fines de protección.
¿Merece la pena la visita?
Independientemente de las cabezas de Medusa, que tanto llaman la atención de los turistas, tanto por su misterio como por el siniestro escenario que ellas crean, la Cisterna Basílica es un lugar que sin duda alguna debes visitar si estás en Estambul.
La tranquilidad que provee la cisterna, contrasta enormemente con el bullicio y energía inagotable que emana de la ciudad. Además de estar perfectamente ambientada con luz tenue, hermosa música de fondo y la frescura que trae consigo el agua, te dejarán con una sonrisa de oreja a oreja.
Por si fuera poco, en medio de ese oasis, te toparas con un hermoso lugar en el que podrás disfrutar de deliciosos aperitivos, así como también de un exquisito té turco. La Cisterna Basílica es por mucho un lugar que vale la pena visitar.
Entradas, precio y horario de Cisterna Basílica
Si visitas la Cisterna Basílica, en la plaza Sultanahmet de la ciudad vieja, podrás descubrir algo diferente, más allá de los palacios, mezquitas y bazares que tienden a dominar los itinerarios de viaje en Estambul.
Las visitas no suelen durar más de unas horas. La cisterna abre todos los días al público con un horario de 9:00 a 17:30 horas (excepto en verano que es hasta las 18:30).
El coste de entrada es de 3€. Las recomendaciones para visitar la construcción, es llevar ropa cómoda y estar ahí con anticipación, porque al ser un lugar meramente turístico usualmente hay muchísima concurrencia.
Aquí, las dos actividades con guía (para entender mejor la historia de este lugar) que más te recomendamos son éstas:
- Cisterna Basílica Entrada sin cola y audioguía
- Visita a la Cisterna de la Basílica y sáltate la cola con guía
- Visita guiada sin colas a la Cisterna de la Basílica
- Visita a pie a la Cisterna de la Basílica con entrada
Ubicación y cómo llegar
La Cisterna Basílica se encuentra ubicada en Yerebatan cd, 2, al oeste de Santa Sofía. La mejor forma de llegar al lugar es por medio del tranvía, y puedes hacerlo tomando el tranvía de Sultanahmet, correspondiente a la línea T1.
El viaje en tranvía hace que la experiencia se amplié, ya que el paisaje es muy elocuente, y al llegar podrás disfrutar mucho más la visita. El coste del tranvía es simbólico, ya que está pensado para facilitar la visita a los turistas.